La capacidad de Ucrania de resistir el ataque depende más que nunca de la ayuda de Estados Unidos, de sus aliados y espías que se apuran para proveer armas, inteligencia y entrenamiento, según funcionarios estadounidenses y europeos.
Esta labor ocurre fuera de Ucrania, en bases en Alemania, Francia y el Reino Unido. A pesar de que el gobierno de Biden ha declarado que no desplegará tropas estadounidenses a Ucrania, personal de la CIA continúa operando en forma secreta en el país, principalmente en la capital, Kiev. Desde allí dirige la inteligencia que Estados Unidos comparte con las fuerzas ucranianas.
Comandos provenientes de otros países de la OTAN, incluyendo el Reino Unido, Francia, Canadá y Lituania, también han estado trabajando dentro de Ucrania. Poco se ha informado sobre lo que el personal de la CIA o los comandos están haciendo, pero su presencia en el país es un indicio de la escala del esfuerzo secreto de ayudar a Ucrania que está en desarrollo y de los riesgos que corren Washington y sus aliados.
El sábado pasado, las fuerzas de Moscú lanzaron un ataque con misiles a objetivos en todo Ucrania, incluyendo áreas en el norte y el oeste que no habían sido impactadas en las últimas semanas. Se espera que el presidente estadounidense, Joe Biden, y los líderes de los países aliados tengan conversaciones sobre apoyo adicional para Ucrania en una reunión del Grupo de los Siete de las naciones industrializadas que iniciaron en Alemania el domingo y en una cumbre de la OTAN en España a finales de la semana.
Los comandos no están en el frente de guerra con las tropas ucranianas, asesoran desde el cuartel en otras partes del país o de manera remota mediante comunicaciones cifradas, según funcionarios estadounidenses que solicitaron mantener su anonimato. Sin embargo, las señales de su logística, entrenamiento y apoyo de inteligencia son tangibles en el campo de batalla.
Aunque el gobierno estadounidense no reconoce que la CIA opera en Ucrania o en ningún otro país, la presencia de sus agentes es comprensible para Rusia y otros servicios de inteligencia de todo el mundo.
Mark Milley, presidente del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, indicó que el entrenamiento ha comenzado de una manera “racional y deliberada”, ya que los ucranianos, que históricamente han usado los sistemas de la era soviética, aprenden la mecánica de las armas estadounidenses de más alta tecnología.
Extracto de Ivor Prickett/The New York Times, Una vivienda destruida en Moshchun, Ucrania, el 16 de junio de 2022. Nicole Tung/The New York Times.
