Y colorín colorado… Hemos arribado al último mes del segundo año pandémico donde la pregunta del millón es ¿hasta cuándo?
Aunque parezca descolocada la pregunta, sería oportuno que nos preguntáramos que nos estuvo pasando durante tantas generaciones que no pudimos imaginar lo que el universo nos tenía preparado para encerrarnos y llevarnos a escenarios inesperados en pleno siglo XXI que nos ha cambiado la vida para siempre.
Hemos aprendido a convivir con situaciones extremas, de angustias, pocas alegrías compartidas y en algunos casos colapsos inesperados atravesados por la pandemia.
Pero si observamos con atención, no todo ha sido tan negro y en vano, sino por lo contrario estamos pasando por etapas reveladoras ante tantos desencuentros ocurridos en un pasado que la mayoría llamábamos “normalidad”como algo ideal.
La pandemia logró encerrarnos para sobrevivir y nos sometió a un gran curso acelerado de computación incluso a aquellos que se creían los mas habilidosos de la cibercomunicación.
¿Nos estamos liberando de semejante tragedia? ¿Cuánto más falta? pero claro está que seguiremos siendo solidarios con la angustia a flor de piel con los familiares de aquellos que ya no están. Ya nada será como antes, y en lo inmediato todavía falta un largo camino por recorrer.
Esta Navidad y Año Nuevo llegan con un poco más de optimismo que el año anterior y paradójicamente en este punto del planeta.Uruguay está pasando por una luna de miel por acontecimientos sociales con favorables dividendos por decisiones certeras y la bendición de la naturaleza. La tierra va rindiendo sus frutos como nunca antes, con mejores cosechas y paz social.
La floreciente ruralidad, parece haber pasado por encima de la pandemia sacando adelante las variables que hoy le permiten al país contar con productos tan nobles como los alimentos para adentro y fuera de fronteras. Hasta el viento mismo ha movido los molinos eléctricos que generan riqueza limpia que se exporta a Brasil, para seguir moviendo la maquinaria del progreso económico y social en esta parte del planeta.
Al cierre del año como broche final, la copa sudamericana ubica a Uruguay ante los ojos del mundo que descubren un país que está tomando un nuevo rumbo a pesar de todo.
Los balances son buenos, al menos para imaginar que el 2022 vendrá con esperanzas renovadas especialmente para todos los que habitamos esta bendita tierra.
Nosotros desde la radio estamos palpitando el minuto a minuto del acontecer local y del mundo junto a ti. Reafirmamos con ahínco, que sólo se sale adelante si nos arremangamos todos, si no dejamos que se generen grietas y si tenemos la capacidad de ver que Uruguay tiene una oportunidad única de salir adelante principalmente con la gran mesa tendida para ofrecerle al mundo.
¿Cómo te preparas para recibir el 2022, como te sientes para redoblar esfuerzos? qué hemos aprendido del tiempo vivido, recuerda que lo mejor… está por venir.
¡Felices fiestas desde la ciudad de Tranqueras y hasta donde estés…
Feliz 2022
La Dirección.
