Ángeles Béjar informó que permanecerá así, hasta que se encuentre una solución a la situación de su hijo, la que calificó como una «cacería inhumana y sangrienta que no se merece».
Por otra parte la Fiscalía española informó que ya abrió una investigación preliminar contra Rubiales por un «presunto delito de agresión sexual» por el beso que le dio a la jugadora Jenni Hermoso durante los festejos del mundial de fútbol femenino que ganó España.
El sábado, la FIFA había decidido suspender al presidente de la Federación Española de Fútbol «de toda actividad relacionada» con este deporte «a nivel nacional e internacional» por un plazo mínimo de 90 días, mientras «se tramita el procedimiento disciplinario abierto».
Jenni Hermoso, de 33 años, afirmó que se sintió «vulnerable y víctima de una agresión» cuando recibió el beso, al que catalogó como «un acto impulsivo, machista, fuera de lugar y sin ningún tipo de consentimiento».
El viernes pasado, Rubiales rechazó renunciar ante la asamblea general extraordinaria de la entidad que había sido convocada para discutir su situación y consideró que el beso en el centro de la polémica fue «consentido».
Las jugadoras renunciaron en masa a la selección mientras se mantenga bajo la dirección actual de la Federación, que respondió recordando que «la participación en la selección es una obligación de todas las personas federadas si son llamadas para ello».
El caso conmocionó al mundo del deporte en particular, con repercusiones sociales y políticas. El propio gobierno español anunció el viernes la interposición de «una denuncia fundamentada» ante el Tribunal Administrativo del Deporte para que pueda valorar si «lo que se ha cometido es una falta muy grave», y en ese caso procederá «inmediatamente a la suspensión de las funciones del presidente de la Federación».
