La decisión de Uruguay de negociar un Tratado de Libre Comercio (TLC) provocó que el presidente de Brasil desistiera de participar en la próxima cumbre del bloque. Causó irritación diplomática en Asunción que Lacalle Pou privilegie las relaciones bilaterales con Taiwan en lugar de Beijing. El Tratado (TLC) entre Uruguay y China, generó la oposición explicita de Argentina, Brasil y Paraguay.
El presidente no desconoce que los acuerdos comerciales en el Mercosur involucran a todos sus integrantes y que no es posible cerrar un convenio diplomático con un tercer país al margen del consentimiento de los otros socios fundadores del bloque regional.
Sin embargo, anunció que iniciarán las negociaciones entre Montevideo y Beijing para cerrar un Tratado de Libre Comercio entre Uruguay y China. Esta iniciativa diplomática viola las normas y el espíritu institucional del Mercosur. Esta decisión ya causó daños colaterales al bloque regional: Jair Bolsonaro (Brasil) resolvió faltar a la cumbre del Mercosur que se hará el 21 de julio en Asunción, y Mario Abdo Benítez (Paraguay) dejó trascender su malestar porque su país apoya a Taiwan.
El ministro de relaciones exteriores de Argentina Santiago Cafiero decidió volar el próximo lunes a Montevideo para mantener una reunión fuera de agenda con Francisco Bustillo, ministro de Relaciones Exteriores. Traerá instrucciones precisas de Alberto Fernández de aplacar una interna diplomática que pone cerca del abismo al Mercosur.
El presidente de Chile optó por suspender su propia participación en la Cumbre de Asunción. Gabriel Boric enviará a su canciller Antonia Urrejola Noguera, sin que ello implique restar importancia al papel del Mercosur en la región.
