El 13 de mayo pasado el presidente se había reunido con los legisladores de la coalición de gobierno por la reforma en la seguridad social.
El mandatario manifestó, en la oportunidad, que lo “ideal” sería que la ley fuera aprobada por consenso “de todos los partidos políticos”. Pero, cuando el documento fue presentado al Frente Amplio (FA), surgieron fuertes críticas. Una fuente cercana al presidente sostuvo que ahora el oficialismo “enviará sí o sí” la reforma al Parlamento en setiembre.
Lacalle considera que la oposición “critica antes de leer” y eso da la pauta que será muy difícil lograr un acuerdo luego de que la reforma entre al Parlamento.
Los partidos de la coalición cerraron filas pero no se “descarta alguna sorpresa” de último momento por parte de alguno de los socios. Para el Partido Nacional es un tema cerrado, ya que todos los legisladores se mostraron a favor de lo planteado en el anteproyecto.
Para el gobierno, la instancia de la reforma es como un segundo referéndum por la Ley de Urgente Consideración (LUC). Para ello harán una serie de instancias informativas, debates y diferentes talleres.
