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Mas de 17.500 muertos por los terremotos en Turquía y Siria

Se agotan las posibilidades de hallar sobrevivientes. El frío polar hace estragos entre las personas que sobrevivieron y no tienen dónde pasar la noche, caminan con niños en brazos por la calle.

Los equipos de rescate continúan la búsqueda de miles de personas que, se sospecha, están atrapadas entre los escombros, pero el frio extremo y el tiempo transcurrido dificultan la tarea.

El balance de muertos no deja de crecer. Los últimos balances lo sitúan en 17.513 fallecidos, 14.351 de ellos en Turquía y 3.162 en Siria.

En la ciudad turca de Antakya, los supervivientes buscaban a sus familiares difuntos entre bolsas mortuorias depositadas en un estacionamiento convertido en una morgue improvisada.

El terremoto de magnitud 7,8 ocurrió en la madrugada del lunes, mientras mucha gente todavía dormía, región donde muchos ya sufrieron la pérdida y el desplazamiento debido a la guerra civil de Siria.

Hasta hoy, el noroeste de Siria, controlado por los rebeldes, no recibió su primer convoy de ayuda internacional a través del paso fronterizo de Bab al Hawa, el único autorizado para estos envíos desde Turquía.

Aunque era un paquete de asistencia previsto desde antes del sismo, «podría considerarse una respuesta inicial de Naciones Unidas y debería continuar, como nos prometieron, con convoyes más grandes para ayudar a nuestra gente», dijo Mazen Alloush, responsable del paso fronterizo.

Al otro lado de la frontera, el descontento crece ante la reacción de las autoridades al terremoto que, según admitió el miércoles el mismo presidente Recep Tayyip Erdogan, tuvo «deficiencias».

Numerosos supervivientes tuvieron que buscar por sí mismos comida y refugio, sin equipos de rescate en varias zonas.

El frío agrava la situación. Aunque con temperaturas de -5 ºC, miles de familias en Gaziantep pasaron la noche en coches o tiendas de campaña al no poder volver a sus casas o tener demasiado miedo de hacerlo.

En Bruselas, la Unión Europea prepara una conferencia de donantes en marzo para movilizar ayuda internacional para Siria y Turquía.

«Nadie debe quedarse solo cuando una tragedia como esta golpea a un pueblo», dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

La cuestión de la ayuda es complicada en Siria, castigada por la guerra civil, con zonas del país bajo control rebelde y un gobierno enemistado con Occidente.

La Unión Europea envió rápidamente equipos de rescate a Turquía, que también recibió ayuda de Estados Unidos, China o los países del Golfo, pero inicialmente ofreció una asistencia mínima a Siria por las sanciones contra Damasco.

El miércoles, el gobierno de Bashar al Asad solicitó formalmente ayuda a Bruselas y la Comisión Europea instó a los Veintisiete a «responder favorablemente», aunque vigilando que la ayuda «no sea desviada».

El enviado especial de la ONU para Siria pidió el jueves no politizar la ayuda humanitaria. «Tenemos que hacer todo lo posible para asegurar que no hay ningún obstáculo a la ayuda vital que es necesaria en Siria», dijo Geir Pedersen.

El terremoto del lunes es el más fuerte en Turquía desde 1939, cuando una sacudida mató a 33.000 personas en la provincia oriental de Erzincan, en una región de recurrente actividad sísmica En 1999, otro sismo de magnitud 7,4 causó más de 17.000 muertes.

FUENTE: AFP

 

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